Es uno de los padres de la tinta electrónica, gracias a un desafío de su profesor: quién es Barrett Comiskey
Un reportaje de Ambito sitúa a Barrett Comiskey como uno de los pioneros de la tinta electrónica, reconocimiento que, según el artículo, nació a partir de un desafío académico propuesto por su profesor durante sus años de formación. La nota describe una trayectoria asentada en laboratorios universitarios y en colaboraciones con otros investigadores, que terminó por impulsar una tecnología que hoy acompaña a lectores electrónicos y a diversas pantallas.
La tinta electrónica permite pantallas de alto contraste, legibles bajo la luz del sol y con un consumo energético notablemente bajo. El texto señala que estas características facilitaron la lectura sostenida y contribuyeron a la expansión de dispositivos dedicados a la lectura de textos. En ese marco, la tecnología pasó de ser un tema de investigación a un producto utilizado por la industria de electrónica de consumo, incluidas las plataformas de lectura.
El reportaje indica que el impulso provino de un reto académico planteado por su profesor, que llevó al equipo a explorar nuevas formas de presentar información sin depender de pantallas retroiluminadas. A partir de ese estímulo, continuaron desarrollando conceptos de materiales y prototipos que permitieron que la tecnología madurara y se adaptara a distintos usos.
Más allá de los lectores, la tinta electrónica encontró aplicación en señalización, educación a distancia y otros dispositivos que requieren buena legibilidad y bajo consumo. Según la nota, estas propiedades han favorecido el acceso a contenidos en entornos con limitaciones de energía o conectividad, y han contribuido a la experiencia de lectura en diversas comunidades.
La pieza de Ambito posiciona a Comiskey como una figura destacada dentro de un campo tecnológico en evolución, cuyo desarrollo continúa influyendo en la forma en que se consume información. Su historia, afirma el artículo, evidencia cómo la curiosidad académica, acompañada de colaboración entre academia e industria, puede generar innovaciones con impacto global.
Fuente: ambito.com | Leer la nota completa