Asalto masivo al sentido común
En los últimos años, un número creciente de adolescentes experimenta sentimientos de disforia de género, manifestando que sienten que su cuerpo no corresponde con su identidad de género. Este fenómeno ha generado un debate sobre las intervenciones médicas que se aplican a menores, como la hormonización cruzada, el bloqueo de la pubertad y en algunos casos, cirugías irreversibles.
Especialistas y organizaciones de salud advierten que estas prácticas, aunque buscan aliviar el sufrimiento de jóvenes con incongruencia entre su identidad y su cuerpo, pueden tener consecuencias de largo plazo. La falta de consenso en la comunidad médica sobre la edad adecuada para estas intervenciones y la posible irreversibilidad de ciertos tratamientos generan preocupación.
El bloqueo de la pubertad, empleado con el objetivo de detener los cambios físicos propios de la adolescencia, es uno de los procedimientos que más controversia genera. Si bien permite a los adolescentes ganar tiempo para tomar decisiones, existen dudas sobre sus efectos en el desarrollo físico y psicológico.
Por otro lado, la hormonización cruzada, que implica la administración de hormonas del género con el que el joven se identifica, puede provocar cambios permanentes en su organismo. Las cirugías, consideradas en los casos más graves, son irreversibles y plantean un desafío ético y médico sobre su aplicación en menores.
En este contexto, expertos coinciden en que es fundamental abordar el acompañamiento psicológico y social de los adolescentes que atraviesan estas dificultades. Además, remarcan la importancia de informar adecuadamente a los jóvenes y sus familias para evitar decisiones precipitadas que puedan tener impactos negativos duraderos.
La sociedad enfrenta así un desafío creciente: cómo equilibrar el respeto por la identidad de género de los adolescentes con la protección de su salud integral y el derecho a una toma de decisiones informada y responsable.
Fuente: perfil.com | Leer la nota completa