Alguien ha echado un vistazo a los signos vitales de la Tierra y ha llegado a una conclusión: debemos preocuparnos
Un reciente estudio analizó 22 de los 34 principales indicadores ambientales del planeta, conocidos como los “signos vitales” de la Tierra, para evaluar el estado del cambio climático. Los resultados evidencian un avance acelerado del calentamiento global, lo que genera preocupación sobre las graves consecuencias para el ambiente y la vida humana.
El 2024 fue marcado como el año más caluroso desde que se registran datos, con temperaturas que superaron incluso las del último período interglacial, hace unos 125.000 años. En España, esta tendencia se manifestó con olas de calor extremas y prolongadas.
Entre los indicadores más críticos figuran el calor oceánico, que alcanzó un máximo histórico, contribuyendo a un blanqueamiento masivo de arrecifes de coral, con un 84% de pérdida en los ecosistemas marinos. Además, las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida registran mínimos históricos, alertando sobre posibles puntos de inflexión que podrían acelerar la subida del nivel del mar.
Otro aspecto preocupante es el aumento de incendios forestales, los que reducen la masa vegetal capaz de absorber dióxido de carbono. También han alcanzado niveles récord de 2025 gases de efecto invernadero como el metano, el óxido nitroso y el dióxido de carbono.
El informe señala directamente a la actividad humana como la principal causa de esta crisis climática. El crecimiento de la población y el consumo de carne están en niveles máximos, pero el mayor impacto corresponde al consumo récord de combustibles fósiles en 2024, superando 31 veces la energía renovable utilizada.
Los científicos advierten que se están acercando a umbrales irreversibles, denominados puntos de inflexión climáticos, que podrían desencadenar procesos automáticos de calentamiento conocidos como ‘Tierra invernadero’. Esto afecta la biodiversidad, poniendo en riesgo a más de 3.500 especies, y genera alteraciones en corrientes oceánicas que regulan el clima global, con posibles disrupciones abruptas.
Sin embargo, el informe destaca que todavía existen opciones para mitigar estos daños. La rápida adopción de energías renovables, la conservación y restauración de bosques primarios y cambios en la alimentación hacia dietas basadas en plantas son vías que podrían ralentizar o revertir algunos efectos del cambio climático. Además, subraya la importancia de cambios sociales y políticos que permitan acelerar estas transformaciones.
Fuente: xataka.com | Leer la nota completa